El plan contempla soluciones basadas en la naturaleza contra avenidas, entre otras áreas, en el Mar Menor, Valle del Guadalentín y Vega Baja
Entre las actuaciones contra inundaciones están contempladas las presas de Béjar y Tabala
El Consejo de Ministros de este pasado martes, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Democrático ha aprobado los nuevos Planes de Gestión de Riesgo de Inundaciones (PGRI) de las cuencas intercomunitarias, entre ellos el de la cuenca del Segura para el periodo 2022-2027 con un presupuesto total de 840 millones de euros y más de un centenar de actuaciones.
Cabe destacar que en el PGRI aprobado distingue distintos tipos de medidas, de prevención, protección, preparación y recuperación, si finalmente se producen estas inundaciones
En el capítulo de las obras destinadas a la protección y preparación destacan una serie de medidas concretas para la protección de los bienes y las personas incluidas dentro del ámbito geográfico del PGRI del Segura.
Estas inversiones tienen un presupuesto de 733 millones de euros y se ubican en aquellas áreas de riesgo potencial y significativo frente a las inundaciones (ARPSI) dentro del Dominio Público Hidráulico (DPH) como son la zona del Guadalentín, el Mar Menor y la Vega Baja.
Entre las medidas se contempla la ejecución de las presas de laminación de avenidas en Béjar y Tabala, que contribuirán el minimizar el riesgo por inundaciones en las zonas del Valle del Guadalentín y la Vega Baja del Segura, respectivamente.
En el Guadalentín, el PGRI tiene prevista, además, la ejecución del corredor verde o de conexión entre la rambla de Béjar y la de Viznaga.
Por su parte, en el entorno del Mar Menor se destina una parte importante de este presupuesto de inversión a soluciones basadas en la naturaleza mediante corredores verdes y zonas de almacenamiento controlado en los municipios de la cuenca vertiente, así como la renaturalización de las principales ramblas.
Además de la presa de Tabala, en la Vega Baja, se proyectarán una serie de soluciones basadas en la naturaleza como son los corredores hidráulicos que serán sostenibles desde el punto de vista medioambiental y tamizarán este territorio de la desembocadura del Segura, dotando de una menor vulnerabilidad frente a las inundaciones.
Todas estas actuaciones, precisaran del máximo consenso entre las administraciones implicadas, comunidades autónomas y ayuntamientos con la Administración General del Estado.
Por otro lado, los 107 millones restantes se invertirán en la prevención y la preparación con carácter anual de medidas frente a precipitaciones intensas como son el mantenimiento de cauces, limpiezas en ramblas o retiradas de sedimentos, entre otras acciones.
Finalmente, desde la Confederación Hidrográfica del Segura se destaca que la aprobación de este plan es un paso importante en la gestión frente al riesgo de inundaciones y un importante compromiso presupuestario del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para con la población asentada en la cuenca del Segura, que periódicamente se ve afectada por estos fenómenos hidrológicos extremos.