El borrador del nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Segura (PHDS), con el horizonte de 2027, sale hoy a consulta pública en un proceso que se prolongará los próximos seis meses. Para ir a la consulta pública del Proyecto del Plan Hidrológico el acceso es:
https://www.chsegura.es/es/cuenca/planificacion/planificacion-2021-2027/el-proceso-de-elaboracion/
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico presentó esta semana el borrador de los nuevos Planes Hidrológicos para todas las cuencas españolas, fijando un periodo de 6 meses para el análisis público de estos documentos dentro del periodo de vigencia de la Directiva Marco del Agua. En la cuenca del Segura, este ciclo de planificación se caracteriza por ser una herramienta clave para abordar la gestión del agua en línea con los objetivos de adaptación al cambio climático y los principios y estrategias del Pacto Verde europeo.
En la cuenca del Segura se han diagnosticado muchas de las problemáticas comunes al resto de cuencas españolas: sobreexplotación de acuíferos, contaminación difusa, costes del recurso, etc. Sin embargo, destaca que esta cuenca es pionera en la gestión de los fenómenos extremos (avenidas y sequias), en trasferencias de aguas entre distintos ámbitos de planificación y en la incorporación de los recursos hasta ahora denominados no convencionales, como la desalación y la reutilización, que se incorporan en cifras muy importantes en la planificación hidrológica, todo ello obligados por la escasez de recursos naturales para atender a los 2.500.000 de personas que habitan de manera continuada en este territorio.
MEJORA DEL ESTADO DEL MAR MENOR
La alta concentración de actividades humanas desarrolladas en la zona (principalmente agricultura, desarrollo urbano, dragados de arenas, minería, pesca, navegación, fondeos, alteraciones hidromorfológicas, etc.) generan impactos significativos sobre el estado ecológico y químico de la laguna, con el consiguiente riesgo de no alcanzar el buen estado en 2027.
Una de las prioridades para este tercer ciclo de planificación es frenar el deterioro de la laguna y contribuir a la recuperación de su dinámica litoral a través de, entre otros, un programa verde integrado de actuaciones para la recuperación del Mar Menor que posibilite reducir en origen la contaminación difusa que alcanza el acuífero cuaternario del Campo de Cartagena y a través de él, la rambla del Albujón y el Mar Menor. Para ello se adoptará un sistema que integre el control de la fertilización y la monitorización del contenido en nitratos y la humedad del suelo, fomentando a su vez la renovación del agua del acuífero y la disminución de su descarga subterránea hacia el Mar Menor. Todo ello acompañado de actuaciones de refuerzo en la inspección y la disciplina de la Ley de Aguas, la Ley de Costas y la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor.
La recuperación ambiental del Mar Menor supone un importante reto que debe ser articulado desde la cooperación entre las distintas administraciones con competencias sobre la laguna y su cuenca vertiente, de modo que se desarrollen de un modo armónico las actuaciones contempladas en el Programa de Medidas de la presente propuesta de proyecto de PHDS 2022/27, y que permitan aunar el desarrollo sostenible de las actividades que actualmente acontecen en la zona, junto a la necesaria adaptación al cambio climático y recuperación de los valores ambientales del Mar Menor.
EXPLOTACION SOSTENIBLE DE MASAS DE AGUA
Las aguas subterráneas desempeñan un papel esencial desde diversos puntos de vista en la Demarcación Hidrográfica del Segura (DHS): constituyen el soporte esencial y el caudal base de muchos ecosistemas y masas de agua superficial. Pero su importancia es también evidente desde el punto de vista de la atención de las demandas, tanto las de abastecimiento urbano como las ligadas a otras actividades socio-económicas como la agricultura, la ganadería o la industria.
Este uso intensivo de las aguas subterráneas ha provocado un importante descenso en los niveles piezométricos de aquellas masas que mayor volumen de extracción soportan, lo que ha afectado a la descarga en fuentes y manantiales, a las relaciones río-acuífero –invirtiendo el sentido del flujo en algunos casos–, a la intrusión de aguas salinas en los acuíferos costeros, a la movilización de aguas profundas con inadecuadas condiciones químicas, o a la desconexión con las aguas superficiales de ríos y zonas húmedas, con afección a ecosistemas. El problema además no ha experimentado mejoras importantes durante el primer y segundo ciclo de planificación, lo que evidencia la necesidad de adoptar medidas más concretas y efectivas.
Para estas masas se fomenta el cambio en el patrón de cultivos en las zonas desconectadas del sistema principal, la elaboración de los planes de ordenación de extracciones y la sustitución de recursos subterráneos no renovables por desalinizados, allá donde esto resulta posible.
Para aquellas masas en las que por estar ubicadas en el interior de la demarcación, no resulta viable ni técnica ni económicamente la sustitución de parte de sus extracciones por recursos desalinizados, la consecución de su buen estado únicamente podrá conseguirse mediante una reducción progresiva de los usos actuales, encaminada a equiparar las demandas existentes a la disponibilidad natural de recursos y a lograr una tendencia equilibrada de los niveles piezométricos, lo cual habrá de conseguirse a través de la implementación de los planes de actuación en masas declaradas en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo.
La cuenca del segura tiene 114 masas de agua superficiales, actualmente en buen estado ecológico disponemos de 54, de buen estado químico 94 de ellas, siendo el global de ambos 52, en el horizonte 2027, las 114 masas de agua cumplan todas las exigencias ambientales.
Por lo que a las masas de agua subterráneas se refiere las masas son 63, de las cuales en buen estado cuantitativo actualmente solo hay 25 y buen estado químico 40, siendo el global de ambos 20, en el horizonte del 2027 se espera alcanzar el buen estado cuantitativo en las 63, químico solo en 54 de ellas, no logrando alcanzar los objetivos en 9 de ellas en el tercer ciclo de planificación.
SOSTENIBILIDAD DE LOS REGADIOS Y DEL TRASVASE TAJO SEGURA.
Los recursos superficiales y subterráneos destinados para riego de la cuenca del Segura garantizarán, apoyados por los procedentes de la desalación, la sostenibilidad de los regadíos existentes en la cuenca.
Los recursos superficiales transferidos al ámbito territorial de la DHS, procedentes del ámbito de otras demarcaciones, tienen su origen principalmente en la cuenca alta del Tajo, mediante el trasvase Tajo-Segura y, en la cuenca del Guadalquivir, a través del trasvase Negratín-Almanzora. También alcanzan determinadas zonas de riego de la demarcación transferencias procedentes del Júcar-Vinalopó.
De estos trasvases intercuencas es el del Tajo-Segura el más importante para el conjunto de la DHS, ya que además de su uso en abastecimiento a la mayor parte de la población de la demarcación, aporta un 90% de los recursos totales transferidos. En sus zonas regables de interés nacional existe una fracción importante de demanda no atendida, lo que ha motivado cambios en la tipología de los cultivos en un intento de adaptación a un recurso con elevada variabilidad y falto de garantía.
Con el fin de garantizar la sostenibilidad de estos regadíos, se ha establecido un volumen mínimo anual a estas zonas de riego aquellos que llegan de la desalinización de agua de mar de la demarcación.
Para ello se ha propuesto la ejecución de nuevas infraestructuras de interconexión de la actual red de distribución de la IDAM de Torrevieja, con la práctica totalidad de las zonas regables del trasvase, mediante la conducción de las aguas desalinizadas a las cabeceras de los canales de la margen izquierda y derecha del postrasvase, hasta cubrir las necesidades de abastecimiento y casi el 95% del regadío. Su ejecución se realizará de forma paralela al incremento de la capacidad actual de desalación hasta el máximo que permite la obra civil de las desalinizadoras existentes.
Con esto se busca que la tarifa del agua no supere la capacidad de pago del agricultor y los regadíos existentes cumplan los criterios de garantía fijados en la Instrucción de Planificación Hidrológica (IPH).
También se ha previsto en el programa de medidas del plan la realización de infraestructuras destinadas a posibilitar el suministro energético de estas desalinizadoras a partir de energía renovable fotovoltaica, como instrumento para reducir la huella de carbono y la tarifa que el usuario final de regadío ha de abonar por las aguas producidas en las mismas.