12/08/2016 | El bajo caudal del río Mula es consecuencia de la escasez de lluvias en la cuenca del Segura
Los embalses de la zona están al límite y una derivación de agua ocasionaría un daño medioambiental irreparable en su ecosistema
El bajo caudal del río Mula este verano es consecuencia de la escasez de precipitaciones que sufre la cuenca del Segura. Los pantanos de Pliego y Los Rodeos no cuentan con recursos suficientes para incrementar el flujo de agua y derivar agua desde estos embalses pondría en peligro su propio ecosistema.
La Confederación Hidrográfica del Segura, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, es consciente de la preocupación de los municipios ribereños. Sin embargo, la demarcación hidrográfica del Segura se encuentra en estado de sequía: en el presente año hidrológico las precipitaciones solo han alcanzado los 147 litros de agua por metro cuadrado en la cuenca, frente a la media de 254 litros de los últimos diez años.
Por este motivo, los embalses situados en la cabecera del río, el de los Rodeos y el de Pliego, están en una situación límite. Éste último acoge un humedal con numerosas especies, tanto de flora como fauna, dependientes de los escasos recursos hídricos que ahora almacena, por lo que derivar en este momento agua desde allí para que circule por el río Mula ocasionaría un daño irreparable a su ecosistema. Además, ambas infraestructuras son embalses de laminación de avenidas, no de regulación de caudales.
Es importante recordar asimismo que, históricamente, el caudal del río Mula se reduce de forma drástica en verano, con episodios similares al actual registrados en otros periodos. De hecho, los tres últimos años han sido necesarios desembalses de socorro desde el pantano de Pliego, derivaciones de agua que el actual nivel de las reservas no permite repetir.
Vigilancia en el cauce
Los guardias fluviales de la CHS realizan una función diaria de vigilancia de la cuenca del río Mula para evitar extracciones ilegales de agua, sin que por el momento se hayan detectado, lo que apunta que la escasez de recursos en el cauce no se debe a sondeos irregulares. De cualquier forma, el organismo de cuenca invita a los ayuntamientos de la zona y a cualquier ciudadano que observe alguna situación fuera de la normalidad que lo comunique ante el Organismo de cuenca.
La Confederación Hidrográfica del Segura, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, es consciente de la preocupación de los municipios ribereños. Sin embargo, la demarcación hidrográfica del Segura se encuentra en estado de sequía: en el presente año hidrológico las precipitaciones solo han alcanzado los 147 litros de agua por metro cuadrado en la cuenca, frente a la media de 254 litros de los últimos diez años.
Por este motivo, los embalses situados en la cabecera del río, el de los Rodeos y el de Pliego, están en una situación límite. Éste último acoge un humedal con numerosas especies, tanto de flora como fauna, dependientes de los escasos recursos hídricos que ahora almacena, por lo que derivar en este momento agua desde allí para que circule por el río Mula ocasionaría un daño irreparable a su ecosistema. Además, ambas infraestructuras son embalses de laminación de avenidas, no de regulación de caudales.
Es importante recordar asimismo que, históricamente, el caudal del río Mula se reduce de forma drástica en verano, con episodios similares al actual registrados en otros periodos. De hecho, los tres últimos años han sido necesarios desembalses de socorro desde el pantano de Pliego, derivaciones de agua que el actual nivel de las reservas no permite repetir.
Vigilancia en el cauce
Los guardias fluviales de la CHS realizan una función diaria de vigilancia de la cuenca del río Mula para evitar extracciones ilegales de agua, sin que por el momento se hayan detectado, lo que apunta que la escasez de recursos en el cauce no se debe a sondeos irregulares. De cualquier forma, el organismo de cuenca invita a los ayuntamientos de la zona y a cualquier ciudadano que observe alguna situación fuera de la normalidad que lo comunique ante el Organismo de cuenca.
