Los recursos disponibles garantizan la atención de las demandas en lo que resta de año hidrológico
La CHS llama a la contención en los consumos de todos los usuarios
La cuenca del Segura ha entrado, por primera vez en este año hidrológico, en nivel de alerta según los indicadores de escasez que se definen en el Plan especial de Sequia (PES) de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para el sistema global, a primeros de septiembre.
En cuanto a los indicadores de sequía, exclusivamente ligados a las precipitaciones, la cuenca sigue fuera de la situación de sequía prolongada, lo que de momento aleja la declaración de sequía extraordinaria.
Con todo ello, el organismo de cuenca, y de mantenerse la contención de los consumos, puede garantizar el agua para el regadío y usos industriales hasta final de septiembre sin necesidad de aplicar restricciones, gracias a la gestión realizada por el organismo de cuenca. El abastecimiento humano en principio no debe verse afectado ni siquiera en los próximos meses del nuevo año hidrológico,
Aun así, la CHS vuelve a hacer hincapié en que será necesario continuar ajustando los consumos del regadío a los desembalses aprobados por la Comisión de Desembalse, a fin de garantizar el suministro en este año hidrológico para llegar a la finalización del mismo con un volumen adecuado de reservas.
INDICADORES DE ESCASEZ
Los índices de escasez de la cuenca del Segura se encuentran en nivel de alerta a fecha 1 de septiembre de 2023 tras los datos recopilados.
Al respecto, el índice de escasez del sistema global que incluye las aportaciones propias de la cuenca y las recibidas por el trasvase Tajo-Segura está en 0,248 sobre 1.
De forma individualizada, Índice de escasez Sistema Cuenca está en 0,301 (prealerta) sobre 1. Por su parte, Índice de escasez Sistema Trasvase está en 0,195 sobre 1 (alerta).
Finalmente, la cuenca del Segura constata una situación de ausencia de sequía prolongada en referencia estrictamente a las lluvias registradas en toda la cuenca.