La comitiva uzbeka, en la entrada de la CHS.
Una delegación ministerial del país asiático visita la Confederación Hidrográfica del Segura con el fin de recabar información para un ambicioso plan de infraestructuras hidráulicas
Una delegación de Uzbekistán ha visitado la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) como zona emblemática de la Unión Europea afectada por la escasez de agua. El proyecto que más atención ha requerido del grupo de expertos ha sido el trasvase Tajo-Segura, que suministra recursos para abastecimiento y riego a más de dos millones de habitantes y a 130.000 hectáreas de regadío.
La comitiva está encabezada por el viceministro de Fomento de Uzbekistán, Akhmedov Olimjon, así como representantes ministeriales de Exteriores y Finanzas. Se trata de un equipo de ingenieros y economistas cuyo objetivo es recabar experiencias en otros países para diseñar un ambicioso plan de infraestructuras hídricas valorado en 1.500 millones de dólares. La delegación uzbeka valoró el acueducto Tajo-Segura como un éxito de la ingeniería española y solicitó abundante información acerca de su funcionamiento. Han puesto especial énfasis en el hecho de que se trata de una obra que ya lleva funcionando casi 35 años y cuyos gastos recaen íntegramente sobre sus usuarios.
La comitiva se mostró también muy interesada por el proyecto de recuperación del río Segura y la reutilización de agua procedente de la depuración de aguas residuales, un plan que ha permitido descontaminar este curso fluvial y dotar además de recursos extra a la agricultura, en especial al sector hortofrutícola, vital para la economía regional y española, pues supone el 30% del total de las exportaciones nacionales en este campo.
La comitiva está encabezada por el viceministro de Fomento de Uzbekistán, Akhmedov Olimjon, así como representantes ministeriales de Exteriores y Finanzas. Se trata de un equipo de ingenieros y economistas cuyo objetivo es recabar experiencias en otros países para diseñar un ambicioso plan de infraestructuras hídricas valorado en 1.500 millones de dólares. La delegación uzbeka valoró el acueducto Tajo-Segura como un éxito de la ingeniería española y solicitó abundante información acerca de su funcionamiento. Han puesto especial énfasis en el hecho de que se trata de una obra que ya lleva funcionando casi 35 años y cuyos gastos recaen íntegramente sobre sus usuarios.
La comitiva se mostró también muy interesada por el proyecto de recuperación del río Segura y la reutilización de agua procedente de la depuración de aguas residuales, un plan que ha permitido descontaminar este curso fluvial y dotar además de recursos extra a la agricultura, en especial al sector hortofrutícola, vital para la economía regional y española, pues supone el 30% del total de las exportaciones nacionales en este campo.
